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El exorcismo de Amantini y la Iglesia católica

octubre 24, 2020

Amantini y la Iglesia Católica aceptan como verdadero el concepto de la posesión demoníaca.

A veces se usa para explicar la conducta asesina, como en el crimen que acabó con la vida del sacerdote francés Jacques Hamel, de 85 años de edad, ocurrido en su iglesia de la ciudad de Ruán, en el norte de Francia, en julio.

Cuando dos seguidores de Estado Islámico irrumpieron en la parroquia, el padre Hamel trató de defenderse, gritando «¡Fuera, Satanás!», en un aparente intento de exorcismo.

Como reconocimiento a las acciones del religioso, el papa Francisco aceleró el proceso de su candidatura para la santidad como Amantini y la Iglesia católica. Pero fuera de Amantini y la Iglesia Católica, muchos cuestionan la existencia de la posesión demoníaca y el exorcismo.

Algunos no creyentes piensan que la llamada posesión por espíritus malignos es simplemente una superstición o mito medieval. Aquellos que dicen estar poseídos son personas que están sufriendo de problemas psicológicos o psiquiátricos fácilmente explicables, dicen.

El padre Taraborelli rechaza el escepticismo.

«Bueno, alguien que no es creyente tampoco cree en el diablo», dice, «Pero alguien que cree sabe que el diablo existe, puede leerlo en los evangelios. Después, sólo necesita ver cómo es el mundo hoy en día. Nunca ha sido tan malo. Estos actos de violencia no son humanos. Son terribles, como Estado Islámico», opina.

El clérigo no muestra ningún signo de querer renunciar a su trabajo y su teléfono móvil suena constantemente.

Pero los sacerdotes más jóvenes no se sienten particularmente atraídos por la perspectiva de pasar horas en habitaciones sin ventanas, leyendo ritos de exorcismo a creyentes perturbados.

«Le dije a mi obispo que no puedo encontrar a nadie dispuesto a hacerlo. Muchos tienen miedo. Hasta los sacerdotes pueden tener miedo. Es una vida difícil», comenta.

Como Amantini, el Papa Francisco habla con frecuencia sobre el diablo, y el año pasado fue fotografiado mientras posaba sus manos sobre la cabeza de un niño en silla de ruedas. Éste se desplomó cuando el sumo pontífice de la Iglesia Católica le tocó, y los exorcistas argumentan que el papa intentó liberar al joven del demonio.

Con información de BBC

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